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Importancia del ejercicio en la salud articular


Como hemos escuchado en innumerables ocasiones, el ejercicio tiene múltiples beneficios para nuestra salud en general, pero ¿nos hemos preguntado si podrá ayudarnos a mejorar dolores articulares que tengamos desde antes?


Nuestro cuerpo está compuesto por varias articulaciones que son parte de lo que nos permite movernos, caminar, hacer deporte, bailar y realizar nuestras tareas de la vida diaria. Cuando alguna articulación nos comienza a doler, lo notamos inmediatamente debido a las limitaciones que esto conlleva en el día a día. Sin embargo, existen diversas razones por las cuales el movimiento y la actividad física nos pueden ayudar a prevenir el dolor articular o incluso, a disminuir algún dolor preexistente.


Solemos pensar que a medida que las articulaciones estén en inactividad o “descansando”, más las protegeremos, pero la realidad es que es exactamente lo contrario. Según un artículo realizado por Harvard Health Publications, al realizar alguna actividad física, uno de los beneficios que obtenemos es que aumentamos la fuerza muscular adyacente a la articulación, ayudando a que disminuya la presión intraarticular y generando un soporte extra lo que cuidará nuestro cartílago articular (estructura que amortigua y separa ambas superficies óseas dentro de una articulación).


El ejercicio físico, además nos ayuda a mantener nuestros músculos, tendones y ligamentos más flexibles, más aún si realizamos estiramientos después de ejercitarnos, evitando así la rigidez y consecuentemente, el dolor articular.


Otra gran ventaja de mantenernos en movimiento es que aumentamos la producción de líquido sinovial, un líquido que produce nuestro cuerpo que actúa como “aceite” para lubricar y nutrir los tejidos articulares, teniendo como resultado, articulaciones más saludables.


Sumado a todo lo anterior, lograremos tener un peso corporal controlado. Con esto ayudamos directamente a las articulaciones de la columna, las caderas, rodillas y tobillos ya que éstas estarán recibiendo menos carga, por lo tanto, menos impacto en los cartílagos articulares permaneciendo sanos por más tiempo.


Y un beneficio extra, y no menos importante, ¡es que nos mantenemos más felices! La actividad física libera sustancias químicas a nivel cerebral que mejora considerablemente nuestro estado de ánimo por lo que logramos sentirnos mejor y más plenos, disfrutando de una mejor calidad de vida.


Entendemos entonces que el ejercicio físico para cualquier ser humano, de cualquier edad, en cualquier condición, es una de las actividades más saludables que haya existido jamás debido que nacimos para movernos. Si no lo hacemos, nos deterioramos.


Hay ciertas condiciones de salud como por ejemplo algunas cardiopatías, enfermedades arteriales, enfermedades pulmonares, enfermedades sistémicas o una lesión musculoesquelética propiamente tal, en donde hay que tener algunas precauciones y realizar intensidades, frecuencias y rangos de movimiento más controlados, pero, aun así, el ejercicio ha demostrado entregar grandes mejoras en la calidad de vida de quienes tienen alguna de estas condiciones. En estos casos, el ejercicio debe ser prescrito y controlado por un profesional de la salud capacitado y así se podrá disfrutar de los múltiples beneficios para la salud y el bienestar que esto conlleva.


Ahora, ¿cómo puedo comenzar para poder obtener todos estos beneficios?


Primero, siempre es conveniente contar con una revisión médica general antes de comenzar. ¿Edad? ¡Cualquiera! Desde niños pequeños hasta adultos mayores pueden disfrutar de los beneficios de la actividad física, realizando ejercicios acordes a cada cual.

Para comenzar, se puede hacer paulatinamente. Si eres una persona sedentaria, realizar caminatas y ejercicios de flexibilidad serán muy beneficiosos para partir y empezar a sentir las primeras mejoras. También se pueden realizar ejercicios cardiovasculares más exigentes, ejercicios musculares con bandas


elásticas, ejercicios para mejorar el equilibrio, ejercicios para mejorar la postura, la potencia, etc.


Sólo queda animarse a comenzar, asesorarse, hacerlo un hábito, cuidar y mejorar la salud de nuestras articulaciones y disfrutar de una vida saludable y llena de energía y vitalidad.


Tu cuerpo te acompañará para siempre, donde quiera que vayas. Cuídalo.

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