Hipersensibilidad Táctil
La Integración Sensorial es la capacidad que tenemos de recibir estímulos sensoriales del medio y generar una respuesta a éstos, por ejemplo, gracias al sistema táctil podemos detectar si el contacto con una persona es una caricia o un golpe, y debido a esto podemos responder adecuadamente frente a esa situación. Esto es posible gracias a que hay estructuras en nuestro cuerpo responsables de recibir los estímulos para luego modularlos, es decir, detectar la intensidad y las características del estímulo, y así generar una respuesta, la que determinará nuestra interacción con el ambiente.
Este es un tema importante en los niños, ya que durante los primeros años de vida va a permitirle adaptarse al medio y generar una conducta adecuada, logrando procesos de desarrollo, aprendizaje y sociabilización exitosos. Es por esto que cuando este procesamiento se ve alterado no se logran captar adecuadamente los estímulos, pudiendo sentirlos de mucha mayor intensidad, generando estrés constante o de mucha menor intensidad generando una baja actividad constante. Todo esto se traduce en una escasa capacidad de adaptación e interacción con el medio.
Dentro de las distintas alteraciones de la Integración Sensorial, hoy hablaremos de una en particular que se relaciona directamente con una hiper respuesta del sistema táctil. Esto se conoce como hipersensibilidad táctil o defensividad táctil y consiste en que los estímulos táctiles se perciben con una mayor intensidad de lo que son, es decir, el contacto de una mano sobre la piel por ejemplo, se va a sentir muy fuerte lo que genera estrés en el niño ya que se siente amenazado por su medio, debido a que todos los estímulos son potenciales agentes de estrés.
Esto va a influir en muchos aspectos de la vida del niño, tanto en actividades básicas de la vida diaria como alimentarse o asearse al no tolerar las distintas texturas de los alimentos o sentirse incómodo en la ducha con el agua y el jabón, como también en el ámbito educacional, ya que están muy alertas al medio porque que no quieren que ningún estímulo los tome por sorpresa y por lo tanto parecen ser niños muy “distraídos”, y en el ámbito social ya que no les gusta el contacto con otras personas.
Hay distintos signos claves que nos pueden dar una idea de que un niño tiene hipersensibilidad táctil y acá les mencionamos algunos:
Le molesta la ropa nueva, las que tienen muchas texturas y costuras y les molestan las etiquetas
No les gusta andar descalzos, sobretodo en superficies como el pasto o la arenilla
Prefieren tocar a ser tocados, no les gusta que la gente lo toque, abrace, bese, etc.
Les gusta controlar su ambiente, conocer el lugar en el que están las cosas y tener rutinas
Parecen estar distraídos la mayor parte del tiempo, en el colegio consideran que tiene “déficit atencional”
Pueden tener problemas para alimentarse, suelen tolerar sólo ciertos alimentos
No les gusta lavarse los dientes o bañarse
Al expresar su malestar en forma de llanto o pataleta, no necesitan que haya gente presenciándolo ni esperan algo a cambio y suelen aliviarse al eliminar el estímulo que los molesta
Es importante tener en cuenta que no hay una sola forma de expresión de esta alteración, en cada niño se manifiesta en diferentes aspectos y magnitudes, es por eso que es importante ser observadores y tratar siempre de escuchar o ver las señales que nos dan. También es importante que sepamos que la hipersensibilidad táctil afecta la calidad de vida del niño y su familia, ya que se expresa en muchos aspectos, de lo contrario sólo se trata de preferencias o características propias de cada ser humano.
Por último, es importante que sepamos que estas alteraciones son permanentes, una persona va a tener hipersensibilidad táctil toda su vida, lo que se hace es aumentar el umbral de respuesta y enseñar estrategias para que aprendan a convivir con ello, por lo que estos niños pueden tener una vida perfectamente normal y lograr desarrollarse al máximo de sus capacidades.
