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Cómo prevenir caídas del Adulto Mayor


El envejecimiento es un inexorable en el tiempo, parte de los procesos que naturalmente vive el cuerpo humano, y aunque más de alguno quisiera, es innegable el paso de los años. Se entiende como” el declive de la función celular, llevando a la disminución o pérdida de capacidad de respuesta frente a algún daño”, produciendo una serie de cambios a nivel cognitivo, cardiovascular, respiratorio y musculo esquelético, entre muchos otros.


La caída se define como “consecuencia de cualquier acontecimiento que precipite al paciente al suelo en contra de su voluntad”. Algunas de las causas pueden estar relacionadas a la pérdida de masa muscular (sarcopenia), a alteraciones cognitivas (Demencia y Alzheimer), y asimismo al uso de polifarmacia, y si a los elementos antes mencionados, le sumamos un proceso de osteoporosis (disminución en la densidad ósea), lo más probable es que el adulto mayor presente algún tipo de lesión ósea posterior a la caída, como la siempre indeseada y común, fractura de cadera.


Para la prevención de caídas en el adulto mayor existen una serie de recomendaciones, sin embargo, a continuación se detallarán tan solo 5 de ellas:


  1. Mantener buena capacidad física: esto se logra a través de realizar algunas actividades que tengan una intensidad moderada, con un total acumulado de 180 minutos durante la semana; algunas de las actividades recomendadas son: caminar, limpieza de pisos y ventanas, jardinear, nadar o hacer ejercicios aeróbicos en agua, entre muchas otras.

  2. Mantener o mejorar fuerza muscular: esto es principalmente para la musculatura de las extremidades inferiores, ya que permite una marcha más estable y segura. Practicar el sentarse y ponerse de pie en una silla en repetidas ocasiones funciona para estos efectos.

  3. Mantener o mejorar flexibilidad del tejido muscular: esto permite que la musculatura funcione de la forma más eficiente posible.

  4. Favorecer mejoras al sistema propioceptivo: el realizar ejercicios que de alguna forma perturben el equilibrio del adulto mayor, estimulan la mejora de la orientación temporo espacial del cuerpo; actividades como estar de pie lanzando un balón contra la pared, o mantener el equilibrio de forma unipodal (un pie) pueden funcionar para ésta tarea.

  5. Educar a los cuidadores: esto es primordial desde el punto de vista en que el adulto mayor no siempre puede o quiere hacer todas las adaptaciones necesarias para poder movilizarse sin dificultad; ampliar espacios para el desplazamiento, cuidar el uso de ayudas técnicas y el uso del calzado ideal, son algunas de las cosas en las cuales los cuidadores pueden hacer hincapié, para favorecer la libre movilidad del adulto mayor.


Con estas recomendaciones es que podemos trabajar para prevenir las caídas en los adultos mayores que nos rodean, y ponerlas en prácticas para el día en que nosotros también seamos parte de este grupo etario.


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